En Holguín  se sembró para la posteridad la simiente revolucionaria, en el terruño de Birán donde la familia Castro Ruz legara sus magníficos frutos: Fidel y Raúl, mentores indiscutibles de la historia cubana.

Mas nuestra historia comienza mucho antes: el 28 de octubre de 1492. En esa fecha, por Bariay, sitio que acoge nuestra geografía, llegó el almirante Cristóbal Colón a Cuba, símbolo del encuentro de dos culturas. El Parque Bariay, cuya obra escultórica fue desarrollada por la artista Caridad Ramos para el quinto centenario de este suceso, fue declarado Monumento Nacional.

Como aquella aldea mesopotámica, pero esta no entre el Tigris y el Éufrates, sino entre el Jigüe y el Marañón, con sus dos hilos de agua que fluyen hacia el sur aunque Holguín se localice en el nororiente cubano, favorecieron el devenir de la hoy ciudad capital de la provincia del mismo nombre.