Además de su laboriosidad, a Martin se le reconoce su honestidad, hombre que ha rechazado más de una propuesta de sobornos de inescrupulosos que intentan vivir del sudor ajeno, o de panza, como se dice entre los cubanos.
El organopónico ‘‘El Pití’’ es sin sudas un ejemplo para otras entidades, pues ese pedazo de tierra cultivado por dos personas clama por fuerza de trabajo dispuesta a ganarse el pan con el sudor de la frente, pero que estén a la altura de esta mujer que es todo un tren - como el que sale de su Antilla natal-, o de Martín, quien por su entrega recibió un certificado de Destacado nacionalmente en el 2009, firmado por Ulises Rosales del Toro, entonces al frente de la Agricultura Urbana.
Al ver los resultados de los dos trabajadores del organopónico ‘‘El Pití’’, ubicado en el reparto Harlem, queda la invitación para mayor entrega al trabajo, y con ello evitar que el sistema de la Agricultura de Holguín, mercados y placitas, no sean objeto de la crítica popular.
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